“Uma grande decepção. 4* hotel que não merece de todo o seu estatuto. Rigor e bem-estar do cliente não são a sua prioridade mas sim a rentabilidade em detrimento dos hóspedes. Lençóis manchados de amarelo suspeito, assim como as cortinas. A geladeira do quarto tinha depósitos de mofo no fundo e na bandeja. Uma piscina muito clorada a ponto de queimar os olhos e a pele (verdade); uma lâmpada na água andando com os soquetes expostos… O letreiro semi-iluminado como um motel nos filmes. Café da manhã e jantar idênticos durante toda a semana e não muito frescos, As instalações do estabelecimento estão desobstruídas; cadeiras e mesas ao ar livre estão muito sujas. Conjunto que mais parece um lanche do que um hotel 4*, sem toalha de mesa, sem guardanapo de pano, apenas papel. Sem flores, sem água e sem cesta de frutas nos quartos como nas fotos promocionais. Infelizmente, todos esses pontos não são aceitáveis ​​para um 4*. E, finalmente, o gerente do hotel sutilmente queria que eu mudasse a nota na reserva com desculpas duvidosas. Infelizmente eu estava no ramo, conheço perfeitamente as regras a serem respeitadas e os protocolos da indústria hoteleira.”

“Estancia de 4 noches en junio-2022. HABITACIÓN Es necesario actualizar el cuarto de baño. No recomiendo usar el bidé (ver foto). Al salir de la ducha el primer día me di cuenta de que en el suelo del cuarto de baño había un gran charco de agua que ocupaba prácicamente el baño entero, con el correspondiente peligro al utilizar el secador o cualquier otro aparato eléctrico. Lo comuniqué a recepción y recogieron el agua. El resto de los días seguía saliendo agua. Ya no dije nada más. La ventana de la habitación era de tipo corredera, con lo que dejaba entrar el ruido del exterior. Había un perro por los alrededores que ladraba por las noches y no dejaba dormir. COMEDOR En el comedor hay pocas medidas de higiene. El pan que ponían era en barras, que cada uno cogía con las manos y cortaba el o los trozos que quería, dejando el sobrante allí (tocado con las manos) para el siguiente cliente. Los manteles eran individuales de plástico y no los cambiaban ni limpiaban después de cada uso. En caso de que tuvieran migas o restos de comida, únicamente los sacudían y los volvían a poner otra vez para el siguiente comensal. PERSONAL Todo el personal del hotel fue muy amable en todo momento. EN GENERAL Había clientes muy ruidosos. Todos los días, a partir de las 12 de la noche llegaban y hablaban a voces por los pasillos, cerraban las puertas de golpe y corrían muebles, ocasionando muchas molestias. Una de las noches llamé a recepción en dos ocasiones, pero no obtuve ningún resultado. Los huéspedes seguían gritando y riendo.”